La pareja se había asentado en una propiedad magnífica con inigualables comodidades, pero, ahora, con la separación es incierto el destino de la residencia.
Shakira y Gerard Piqué pusieron fin a su historia de amor tras 12 años juntos y dos hijos en común, Sasha y Milán, envueltos en un escándalo por una supuesta infidelidad del jugador. Lo cierto es que tras el comunicado con el que dieron a conocer la triste noticia, se supo que solo la cantante y sus hijos residían en la propiedad.
Es que al parecer la crisis no es reciente y la pareja estaría pasando un momento difícil en su relación desde hace tiempo, hasta el punto que el futbolista no tiene llaves de la casa y viviría desde hace algún tiempo en su departamento de soltero.
Lo cierto es que la propiedad que compartían en Barcelona no es una cuestión menor. Se trata de una de las residencias mejor valoradas de una de las ciudades más importantes de todo el mundo y que es conocida en la zona como la “Casa Blanca de Barcelona”.
La propiedad tiene un estilo minimalista y cuenta hasta con cinco pisos. Está ubicada en la comunidad de Esplugues de Llobregat y fue mandada a construir desde cero por la pareja, así que tiene una gran carga simbólica sobre el vínculo amoroso que unía a la pareja por lo que su destino es bastante incierto.
La casa de Shakira y Piqué tiene varios cuartos, baños y habitaciones comunes. Además de los espacios típicos como un vestíbulo, cocina, oficina y cuarto de lavado. Además, al momento de construir la mansión en el 2012, tuvieron que desembolsar cerca de 1 millón de dólares.
Como si esto fuese poco, la mansión tiene en su interior una sala de cine, una de juegos y otra de trofeos. De la misma forma, tiene su propio gimnasio, bar, cava de vinos y garaje subterráneo. Pero, además, cuentan con diversos espacios para el entretenimiento, piscina que cuenta con cascada, un área de spa y un gigantesco parque.